El poder de los pensamientos está directamente proporcional al nivel de consciencia que tengamos de ello. Para bien o para mal, nuestros pensamientos y estado emocional nos atraerán momentos, sucesos, objetos o personas a nuestras vidas. Según la vibración en la que nos encontremos serán más positivas o negativas, pero ambas necesarias, de hecho una no existiría sin la otra, debemos aprender de lo bueno y de lo malo.